martes, 20 de septiembre de 2011

El mundo está lleno de tentaciones…y uno es tan débil

El ser humano es un ser imbecil. Partimos de esa premisa para poder entender la afirmación del titulo. El ser humano es imperfecto, lo cual demuestra que Dios también es imperfecto (si, damos por sentado que Dios existe. Eso no se discute. El Papa lo dijo, y si él lo dijo, así debe ser. Cállense todos), ya que él nos diseño a su imagen y semejanza. Tampoco podemos culpar de todo a este pobre animalito… ¡los medios tienen la culpa de todo! Ellos son la serpiente que nos dan la manzana del pecado. Apenas prendes la televisión te bombardea con anuncios de comida, de restoranes, de cadenas de comida rápida. Caminamos por el centro y nos vemos rodeados por kioscos que nos venden la última golosina, la ultima bebida refrescante. Y uno, como buen e imperfecto debilucho humano, los compra y los consume, varias veces, satisfaciendo nuestra hambre material. Pero luego, y he aquí el dilema universal, al mismo tiempo nos disparan con reclames de clínicas de adelgazamiento, productos Light y 0% y modelos de cuerpos esculturales. Entonces seguimos consumiendo. Consumimos gimnasio, consumimos cirujanos plásticos, consumimos yogurcitos, consumimos aire. Y aun así no estamos felices. No nos sentimos bien… ¿por que? Porque necesitamos algo que nos haga volar…algo que no aleje de este mundo…algo que nos haga reír y ver las cosas desde otro punto de vista…pero eso es malo. Nos lo dijeron desde chiquitos. Eso no se hace. Caca. Te vas a morir. ¿Vos querés terminar como esos pichis de la calle?... ¿Querés ir a la cárcel?...No, obvio, nadie quiere…pero un día probamos, con miedo, y nos damos cuenta de que no es tan malo. De que no nos volvemos idiotas, ni poseídos por el demonio. Entonces… ¿a quien le hacemos caso? ¿A las publicidades? ¿A los medios que nos dicen lo que hacer? ¿O a nosotros y nuestros instintos y nuestra consciencia? Porque por mas idiota que sea el ser humano, hay unos pocos que deciden pensar por si mismos y probar, dejarse llevar por esas tentaciones. Y si…el mundo esta tan lleno de tentaciones y uno es tan débil…

A modo de preludio

Señores y señoras que decidieron subirse a estas porquerías que escribo. Quiero avisarles que ninguna de las palabras que escribo aquí pasa por ningún tipo de filtro. Ni censura. Ni consciencia. Es decir, no pienso lo que escribo. Como se me ocurre, lo escribo. O sea, ustedes están en un viaje en este tren descarrilado, sin un conductor, con un maquinista loco que solo le echa más y más carbón a la caldera. Son casi las tres de la matina de un 20 de setiembre. En fin, como decía, todo esto es el producto de una mente enferma, degenerada, pervertida y violada por esta sociedad en la que vivimos, que con su falo nos va penetrando hasta acabar en nuestros cerebros, dejándonos como zombies, en medio de un orgasmo, ese momento en el que no queremos hacer nada mas que fumarnos un pucho y dormir. Así, con esa mente casi catatónica, les escribo. Pero también les aviso que soy más inteligente que todos ustedes. Eso denlo por hecho, porque si así no fuera, yo los leería a ustedes y no viceversa, como esta sucediendo. Así que, agarrense con fuerza de lo que tengan  mas a mano y diviértanse, sobre todo diviértanse, que acá viene lo bueno. Muchas gracias y suerte.